domingo, 27 de marzo de 2011

Mi Cuaresma, Vivencias. Por nuestro compañero cargador Pablo. M. Sanchez Martín.

De nuevo una nueva publicación hacemos llegar a nuestros seguidores en la sección de nuestro blog llamada  Mi Cuaresma, Vivencias, nos la ofrece nuestro querido amigo, compañero y cargador Pablo M. Sanchez Martin (Pablito de Cádiz). Solo decir de Pablo, que son de esas personas que te llevarias horas y horas hablando de Semana Santa sin cansarte, persona vivaz, apasionada de sus tradiciones, respira " El Perdón " por sus cuatro puntos cardinales y gran cargador de lujo,por cuestiones personales se traslado a la cercana Isla de San Fernando ivolucrandose en el mundo de la carga y donde todavia hoy en día participa en la medida de sus posibilidades. Pero su pasión es sin duda Cádiz y su Semana Santa, es Gaditano y Gadita, de los que no olvidamos ni criticamos a los que nos precedieron en cualquier aportación de tradiciones Gaditanas.  Solo expresarle nuestra gratitud por estas líneas que nos ha brindado a nuestro blog y que a continuación se las mostramos.


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Un Clavel en la Calle Nueva


Uno de mis primeros recuerdos si no el primero de nuestra Semana Santa es El Perdón. Que yo recuerde tenía 5 o 4 años -con lo cual corría el año 1969 o 1970- y desde esa temprana edad siempre me llevaba mi padre a ver al Santísimo Cristo del Perdón a la Calle Nueva.

Una calle nueva muy diferente a la de ahora, sobre todo porque no había macetones. En aquellos tiempos la transitada vía gaditana se iniciaba flanqueada por la Cafetería Mikay y el Novelty en la esquina de San Juan de Dios. A mitad de calle se encontraba el típico e histórico Café Español, donde mi padre y yo siempre acudíamos a desayunar a eso de la seis de la mañana, hora en la que ya la calle era un hervidero de personas esperando a la Hermandad.




Una vez desayunados, mi padre y yo nos situábamos en la esquina de Joselito, justo donde en tiempos pasados se encontraba sobre la pared del Banco Central un puesto de prensa, tras comprar el reglamentario Diario -donde se narraba en esa edición especial la presencia del Señor de Cádiz y del señor de la Madrugá en las calles- esperábamos pacientemente la llegada del Perdón.




El delirio se adueñaba de la calle cuando llegaba el Cristo del Perdón en ese paso peculiar con las pinturas en las cartelas y se iniciaba así uno de los momentos cumbres de la Semana Santa Gaditana, donde el Señor era mecido y esperaba la llegada de su Madre entre los aplausos del público.




Justo cuando pasaba el paso por delante nuestro, un manigueta trasero amigo de mi padre, tomaba un clavel del monte del paso y me lo daba a mi que estaba a hombros de mi padre, ese hecho siempre se repitió hasta que tuvo fuerzas mi Padre y el paso, el manigueta y la calle Nueva desaparecieron. También mi padre hace unos años.





Jamás supe el nombre del manigueta, pero en mi memoria quedo grabada esa estampa de las mañanas del Viernes santo con el Cristo de Laínez. Y ahora cuando paso cargando a nuestro Santísimo Cristo cada amanecida no puedo evitar un suspiro de emoción al recordar a mi Padre. Y a ese clavel en mi mano infantil.


Pablo M. Sánchez Martín 

“Pablito de Cádiz” ( Cargador de la cuadrilla del Stmo. Cristo del Perdón )