sábado, 19 de febrero de 2011

Mi Cuaresma, Vivencias. Por nuestro amigo y Cofrade D. Manuel José Garrido López.

De nuevo una nueva publicación hacemos llegar a nuestros seguidores en la sección de nuestro blog llamada  Mi Cuaresma, Vivencias, nos la ofrece nuestro querido amigo, Hermano y gran Cofrade Gaditano D. Manuel José Garrido López actualmente  Fiscal de la Junta de Gobierno de nuestra Cofradía del Perdón. Que decir de Manolo, solo que antes de nacer ya era Hermano de esta Hermandad pues su padre, su madre y sus tíos se encargarón de este cometido para que siempre estuviera vinculado a ella y fuera el lazo de unión a lo largo de la vida con Cristo nuestro Señor y la Virgen Maria, Manolo es el presente y el futuro de la Cofradía, pues cualidades le sobran para estar velando siempre por el buen discurrir de la ella. Persona compresiva, organizadora, inteligente y con un gran sentido del humor.
Solo expresarle nuestra gratitud por estas líneas que nos ha brindado a nuestro blog y que a continuación se las mostramos.








Mis queridos amigos y hermanos en el Cristo del Perdón, se acerca la CUARESMA. Cuando ya suena por los rincones de nuestros barrios el pito de caña y nuestra calles están invadidas por ese olor característico a erizo caletero, se nos viene encima la Cuaresma.

Al gaditano nos toca vivir por unos días las dos tradiciones de forma solapada. Unos preparan la batea y el tipo, mientras otros se esmeran en sacar brillo a los respiraderos, varales y demás enseres para que estén en perfecto estado de revista en el momento de que el dios Momo sea reducido a cenizas. Como el cofrade gaditano es guena gente no le importa compartir los primeros días de la cuaresma con el velatorio del carnaval, lo incineramos el martes y el entierro lo seguimos celebrando hasta la noche del primer domingo de cuaresma.

Una fiesta la del carnaval que es la fiesta de despedida de la carne, que comienza el jueves lardero, que aunque lo desconozcamos es una fiesta religiosa, tradicional, de origen cristiano.

Miércoles de Ceniza, inicio del tiempo litúrgico al que el Cristianismo imprimió el valor de la limpieza, purga o purgatorio, días de ayunos y abstinencias, para conseguir la purificación de los fieles, que toca a su fin el Domingo de Ramos, enlazando con la Semana Santa.

Así, la celebración del Carnaval se convirtió en una fiesta de despedida de la carne. Se procuraba gozar todo lo posible de la carne porque después, y durante cuarenta días, estaba prohibida catarla, en ella se recuerda la estancia de Jesús en el desierto en oración y ayuno, invitando a los cristianos a acompañarlo privándose de comer todo tipo de carnes o derivados de animal.

Por ello, para entrar en el tiempo de ayuno y abstinecia, los fieles celebraban un día en el que estaba permitido todo tipo de excesos cárnicos, la última oportunidad hasta pasada la Semana Santa.

Según la Biblia, la noche anterior a su muerte, Jesús se reunió con sus discípulos para celebrar la Pascua Judía. Lo que hoy conocemos por la "Cena del Señor"

El paso del tiempo se regía por el calendario lunar, por esto, la Semana Santa se rige por el día en que cae el Domingo de Resurrección, que es el domingo siguiente a la luna llena del mes de Nisan que corresponde al periodo comprendido entre el 22 de marzo y el 25 de abril ( esa que todos los años nos espera en el campo del sur sobre las tres y media para no perderse el discurrir de nuestros titulares hasta la catedral)

Para el periodo de tiempo que comprende los días de la cuaresma el morado es su color litúrgico, es el elegido por la Iglesia para escenificar de que los cristianos estamos de luto y penitencia. Es tiempo de preparación para esperar la llegada de Nuestro Señor Jesucristo; en el que se espera que nosotros actuemos aún más si cabe con una actitud cristiana semejante a la vida de Jesús.Por tanto es tiempo de reconciliación fraterna y de PERDÓN.

Y porque son cuarenta y no otro número?. Esta duración está basada en el sombolismo del número cuatro en la Biblia. Cuarenta fuerón los años de la marcha del pueblo judio por el desierto, cuarenta los días del diluvio otros cuarenta fuerón los días de Moisés y de Elías en la montaña, también cuarenta días los pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública y 400 años estuvierón los judios en Egipto hasta su liberación.

Pues a todo esto los cofrades tenemos que añadir el exceso de trabajo que se acumula en estos días que se convierten en los más ajetreados del año en nuestras Casas de Hermandad.

La concentración de actividad en estas fechas, satura al cofrade ávido de vivir nuevas experiencias y participar activamente de todos los actos, lo que obliga a determinadas Hermandades a trasladar sus Triduos, Quinarios, Funciones Principales y colectivos que convocan mesas redondas, proyecciones, etc... a realizarlos antes del carnaval. Desafortunadamente todos los que vivimos este tiempo de preparación nos vemos desbordados por los acontecimientos y no podemos asistir a todos como sería nuestro deseo.

Si el día más espectacular en el mundo cofrade coíncide con la salida procesional al producirse una mezcla de lo espiritual y lo estético, es la Solemne Función Principal de Instituto el acto más importante para cualquier cofrade. Para ello nos preparamos durante el Triduo cuaresmal. En la Función los hermanos de la Cofradía los hermanos hacemos pública protestación de Fe para renovar nuestro compromiso con nuestros titulares y este normalmente se produce en cuaresma.

Muchas veces nos ofuscamos ante la no salida procesional de una Hermandad (yo también) por inclemencias meteorológicas u otras causas, si bien hace falta unos instantes para reflexionar en que el trabajo está hecho y que lo verdaderamente importante se ha realizado, que es hacer hermandad durante todo el año.

El cristiano y por ende el cofrade no debe quedarse en un dia determinado de la Semana Santa, normalmente coíncide con la jornada que procesiona su Cofradía, debemos de seguir hata la Pascua de Resurrección o de Pascua siendo esta la fiesta más importante para todos los católicos, es cuando adquiere sentido toda nuestra religión.

Cristo triunfó sobre la muerte y con esto nos abrió las puertas del Cielo. En la misa se enciende el Cirio Pascual que representa la luz de Cristo resucitado la misma que dará luz  a todos los bautizados durante el año.


Celebramos la derrota del pecado y de la muerte, cualquier sufrimiento adquiere sentido con la Resurrección, ya que con ella llegaremos a una vida nueva y eterna, en la que gozaremos de Dios para siempre.

Con el Domingo de Resurrección comienza un Tiempo pascual, en el que recordamos el tiempo que Jesús permaneció con los apóstoles antes de subir a los cielos, durante la fiesta de la Ascensión. También para los cofrades es el día en que comienza la preparación de la próxima Semana Santa.


Manuel José Grrido López, Hermano del Perdón.