lunes, 31 de enero de 2011

Mi cuaresma, vivencias. Por nuestro amigo y cofrade Ignacio Ortiz Acero.

        En esta segunda publicación de nuestra nueva sección titulada, Mi cuaresma, vivencias, nos la ofrece nuestro querido amigo y  reconocido Cofrade gaditano D. Ignacio Ortiz Acero. Es hermano de nuestra querida y admirada  Hermandad de la "Borriquita", perteneciendo además desde hace años a su Junta de Gobierno,si tuviéramos que definir su personalidad seria la de persona, perseverante, claro e inteligente a la vez, rasgos que los traslada tambien a su faceta profesional como magnifico cirujano, además y como decimos por aquí abajo en el sur muy  "buenagente", Ignacio son de esas personas que te dan confianza desde es primer momento en que te conoce y te hace llegar sin rodeos y sin tapujos lo que él y su Hermandad quieren en ese momento, cosa que verdaderamente se agradece cuando hay que llegar a algún tipo de acuerdo.
           Solo expresarle nuestra gratitud por estas líneas que ha brindado a nuestro blog y que hacemos extensivo a continuación.





                             LA CUARESMA

La cuaresma es un tiempo lleno de magia para el cofrade, es un tiempo que el cofrade debe vivir en su doble sentido como cristiano y como cofrade.
La Cuaresma, para todo cristiano, es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo. A lo largo de este tiempo, debemos hacer un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación para vivir la  pasión, muerte y sobre todo la Resurrección de Cristo, tiempo de prepáranos para  el misterio pascual. En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de nuestro pecado, nos alejamos más de Dios. Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección.
                                                                                     
Pero en nuestra condición de cofrade, la cuaresma es también tiempo de preparación, preparación de cultos cuaresmales y de  estación de penitencia, preparación de túnicas,  de cera y flores, de orfebrería y bordados, es tiempo, además de disfrutar del trabajo diario, de ver como  se prepara con cariño y esmero todo el patrimonio procesional de la hermandad, tiempo de reparto de túnicas, de vivir ilusionado la primera prueba del habito de ese pequeño nazareno que procesiona  por primera vez, tiempo de limpìaplata, de jornadas de convivencia en  la casa de hermandad,  tiempo de ensayos de cuadrilla de cargadores, de marchas procesionales, tiempo de cuadramientos , de lista de relevos, tiempo de trabajo y esfuerzo, tiempo de más ensayos, más limpìaplata y más ensayos, tiempo de montajes, de noches sin dormir, de preocupación,. La cuaresma, es también,  tiempo de presentación de carteles y revistas, de conciertos, de pregón.
                                                                                 
La cuaresma es tiempo  en el que toda  la Hermandad trabaja para ser Cofradía, donde el día  a día, une a los hermanos  para ese fin común y principal, sobre cualquier otro, el que nos distingue como asociación  de fieles de la Iglesia que somos, de otras asociaciones, que es, dar culto a nuestros  Amadísimos Titulares. La cuaresma para el cofrade, debe ser  un acercamiento aún mayor  a su hermanos, debe ser  trabajo intenso y en común, todos unidos para participar en la Estación de Penitencia de la Cofradía. La preparación cristiana durante la  cuaresma para vivir el misterio Pascual, debe unirse a la preparación cofrade para la estación de penitencia, preparación humana y espiritual.
La cuaresma es el preludio de ese día  donde el cofrade termina el  año, de ese día maravilloso donde el cofrade se reviste con su habito nazareno, con su ropa de acolito, con su faja de cargador o con su uniforme de la banda, de ese día siempre igual y siempre diferente, de ese día  que  procesionando delante, detrás o debajo de Cristo y de María, los llevan a toda la ciudad para  que aquel que  evita cruzarse con ellos el resto del año no tenga otro remedio que mirarlos a los ojos y  ver su amor  hacia nosotros, de ese día en que personalmente, revestido del habito nazareno, junto a mis hermanos, proclamamos Jesucristo es  el centro de nuestras vidas, que su mensaje, el evangelio, es nuestro directorio, nuestro guía y nuestro decálogo y  que todo ello lo vivimos junto a nuestros hermanos en la Fe.
Que Jesús de la Paz y María Santísima del Amparo estén siempre con vosotros

                                                                                  Ignacio Ortiz Acero
                                                                                  Hermano de la Paz