lunes, 8 de abril de 2013

Articulo del periodico digital El Baluarte de Cádiz. Por Pablo M.Sánchez.



Pablo M. Sánchez

                                                                                   Pasión de una semana
lluviaOtro año más y van… unos cuantos ya, lo de la lluvia en este siglo XXI parece ciertamente de maldición pues sólo en 2001 y 2008 se ha tenido la oportunidad de ver nuestras procesiones al completo. Es por eso por lo que en éste 2013 ha llamado la atención la poca preparación de algunas Hermandades con la amenaza certera de precipitaciones.
Teniendo, como se tiene en la mayoría, los “capotes” y plásticos para los palios es inexplicable como no se ha dispuesto de ellos. Lo de salir a la calle tiene su explicación en cuanto que muchas necesitaban procesionar debido a, en el caso de algunas, que eran ya dos años y eso influye en lo económico y en la nómina de hermanos. Siendo, desde mi punto de vista, las vueltas a los templos en general ordenadas y rápidas menos en el caso del Viernes Santo en que la Expiración debería haber vuelto por Compañía hacia su templo o permanecer en la Catedral.
Un año más el comportamiento de cierto público en ciertas calles ha dejado mucho que desear aunque en general se van dando pasos en la dirección correcta y cada vez se respetan más los Cortejos. Hemos de valorar la dificultad de la urbanidad de Cádiz con sus calles estrechas y masificación de personas. No siendo esto disculpa. Pero el público, digan lo que digan los “maestros liendres” cada vez se comporta mejor.
Pero claro en la ciudad que estamos todo esto se exagera y se pone en tilde por el sector “torrija” de la ciudad que domina los medios de comunicación y tacha -a veces bajo seudónimo- de “poleás” y “catetos” a los gaditanos. Curiosamente me he documentado profusamente sobre estos temas en la prensa y foros sevillanos. Y lo que estos escritores dan como seña de identidad de Cádiz, resulta que en la “madre y maestra” es muy común.
El mal comportamiento del público en Sevilla es algo que ha quedado demostrado con el incidente de los Panaderos en el que hubo pitos, algunos ciriazos e insultos entre costaleros. Bandas que llegan a los templos tocando “Piratas del Caribe” o “Sevilla tiene un color especial”. Al igual decir que todos los que eran catetos en Cádiz aplaudiendo un coro de carnaval, lo son ahora en toda la calle Pureza aplaudiendo en Triana a Julio Pardo. Nadie ve en Sevilla el “pescaíto frito” en la Carrera Oficial, ni los “nazarenos” cada uno por su lado y sin saber donde están sus propios pasos. Amén de cruzar el público por todos lados. Todo esto es censurable en Cádiz y en Sevilla, pero no nos vendan la moto que todo en nuestra ciudad es malo y nada mas que pasa aquí. Se tacha de mamarrachadas a las cosas de aquí en Sevilla hay igual o más, lo que pasa que sólo se habla de las siete u ocho Hermandades famosas y mediáticas de allí.
En el propio ABC de Sevilla se recogía la petición del Consejo que insta a velar por el comportamiento de los Costaleros debido a las poco edificantes escenas que se están haciendo comunes. De exhibicionismo hortera se califica allí. Digo esto porque he leído que las voces de algunas cuadrillas “de cádi, cadí” son demasiado fuertes o estridentes, sin embargo alguno de estos desearía que gritaran fuerte “a esta es valientes” y así no lo verían mal.
Se pone de “verde y oro” a la Expiración por su vuelta al templo y no dicen nada de -en palabras textuales de la prensa sevillana- “El triste espectáculo de la Macarena en un regreso a su casa que recordaba al juego de la oca de iglesia en iglesia y tiro porque me toca. Un cuerpo de nazarenos desfragmentado, desorganizado, en una carrera a trompicones o dos escenas que creíamos olvidadas como dos hermandades regresando a su casa sin música, fuera de su día, fuera de sus horas y absurdamente recreándose en la suerte de un fracaso “
Por eso, aún aceptando las críticas del sector “torrija”, ha de quedar claro que en Cádiz podemos y debemos mejorar, pero que no somos los catetos de la Semana Santa Andaluza. Más al contrario somos una Semana Santa de primera categoría y que poco a poco estamos progresando hacia la calidad que todos deseamos.
No entendemos como medios de comunicación de Cádiz amparan estas opiniones -algunas bajo seudónimo- que tanto daño están haciendo a la ciudad y su Semana Santa. Se llega a criticar a barrios enteros o desprestigiar al público de Cádiz. Estamos ya un poco hartos del tema de las horquillas, siempre lo mismo. No se trata de partir el suelo, pero tampoco de llevarlas como un bastón, como siempre en el medio está la virtud. Es la tradición de Cádiz y perdurará siempre, pese a quien pese. Y si no gusta con no ir es suficiente. Estar viendo algo a disgusto y perderse las “finas” semana santas de otros lados es de auténtico “torrija”
He de destacar el hecho de la cada vez mejor carga en general de nuestros pasos y nombrar a cuadrillas que se olvidan mediáticamente por que no son “valientes” pero que hacen su trabajo cada vez mejor, como son las de Sagrada Cena, Jesús de las Penas o Columna. Mencionar que, para mi gusto, el Señor del Amor Despojado de sus vestiduras debería ir a paso normal durante su procesionar por el Casco Antiguo, ya que está comprobado que da tiempo.
Resaltar el trabajo, no reconocido casi nunca, de la excelente Cuadrilla del Perdón que hace todos los años que el Señor regrese a Santa Cruz con mucho más que dignidad (parece que se olvidan tiempos pasados) dándose la mayoría de los años espectáculares momentos de brillantez. Siendo especialmente emotivo este año su paso por la calle Nueva por mor de la enfermedad de su histórico Hermano Mayor D. Manuel Garrido.
Se comenta que hay mucho espacio entre Descendimiento y Perdón, quizás si las presiones de ciertos medios no hubieran hecho mella, ese lugar seguiría ocupado por Sanidad y Medinaceli que es la Madrugá de Cádiz. Tiene gracia que los que se han querido cargar la Madrugá ahora les preocupe que la gente está esperando mucho. Desde aquí animo a nuestra Hermandad del Perdón a ser fiel a sus estatutos y a sus hermanos y resistir este acoso que se diluirá poco a poco. Las Tres de la mañana siempre en Santa Cruz.
Cada vez se cuidan más los Cortejos y se ven escenas impresionantes como la Vera-Cruz de recogida a la que le sigue sobrando mucho público infantil y que creemos debería salir más tarde.
Las bandas y los repertorios musicales han estado bien y cuidados en líneas generales, siendo acertado el respeto del público por las marchas y el buen hacer de los cargadores con la música.
Por último felicitar por su gran Pregón a D. Juan Manzorro y desear que para 2014 el tiempo se comporte y podamos disfrutar de una Semana Santa completa. Así como instar a instituciones, corporaciones y estamentos a velar por esa maravilla -única, tradicional, peculiar e histórica- patrimonio cultural de la ciudad que es su forma de cargar.


Pablo M. Sánchez