sábado, 30 de abril de 2011

ENTREVISTA A NUESTRO CARGADOR, MANOLO DUVIDUD, Diario de Cádiz-

“En Cádiz, la horquilla y al hombro, como el butano”

Uno de los maniguetas más conocidos cuando iban a cara descubierta sigue hoy bajo el gato, aunque sólo en El Perdón
Alicia Ruiz / Cádiz | Actualizado 17.04.2011 - 10:49
 

Manuel muestra alguna de las fotos que guarda de su trayectoria durante la entrevista./Joaquín



Él no sabría decir a ciencia cierta si es más conocido por cargar bombonas durante años o pasos como manigueta cuando aún éstos iban delante a cara descubierta. El caso es que Manuel Sánz, Manolo, fue uno de los rostros conocidos delante de los misterios la Semana Santa cuando día tras día se le podía ver con la horquilla. Ahora, escondido bajo el gato, lleva ya varios años cargando sólo El Perdón las madrugadas del Jueves Santo. “La edad no perdona”, asegura, pero aún así ha dejado su granito de arena entre los cofrades y colegas. “Amigos de mis hijas le han llegado a decir que son mis fans o que les gustaría ser como yo, fíjate”, cuenta como algo que le ruboriza pero que a la vez, lógico, le enorgullece.

El rostro de Manolo fue típico en cada jornada una Semana Santa tras otra . El Domingo con Borriquita, donde empezó con el horquilla, el Lunes con La Palma, Martes con Piedad, Miércoles con Cigarreras o el Jueves con Perdón. – “Y el viernes de camping, había tiempo para todo de joven”, afirma–. Este 2011 cumplirá 35 años nada menos de carga y no recuerda haber faltado ni uno desde los 17 años. A pesar de ir con el rostro descubierto y que más de uno intentaba buscarle el saludo mientras procesionaba, cree que el que va delante del paso no debe ser el protagonista y por eso no puede estar más de acuerdo con que en la actualidad se pongan un gato.

“Estás cumpliendo una devoción que tú tienes y debe ser como si fueras de penitente o penitencia, lo mismo. Me parece bien lo del gato, aunque yo nunca me he sentido protagonista”, afirma Manolo. Y eso que ahora ya no sale en las fotografías de este medio cuando antes no faltaba en los cuadernillos. “Todo el mundo me decía: ¿a ti por qué te sacan siempre en las fotos del Diario? Será porque soy el más alto, les contestaba yo”. Mide cerca de 1,90.

Como manigueta que es defiende al ultranza la forma tradicional de carga en Cádiz. “La manigueta y la horquilla es una tradición y no sé porque hay algunos que están empeñados en que desaparezca. Siempre ha sido el manigueta con la horquilla y el paso al hombro, como el butano”, bromea. Evidentemente, cargar el paso le gustaba y le gusta más que cargar la bombona. Eso sí, “no había mejor entrenamiento que bajar y subir escaleras con el butano al hombro”, aclara. Hoy trabaja en una empresa de seguridad y entrena más con el sofing, vuelve a bromear. Está claro que era un buen fichaje para cualquier cuadrilla. “Hombre ya me llaman menos, pero algunos capataces sí que me proponían que me fuera con ellos”.

La relación de Manolo con la Semana Santa le viene desde pequeño, como la mayoría de los cofrades, y ligada a la cofradía de El Perdón. Recuerdos tiene a cientos después de toda una vida. Un año especial, 1982. “Fue el año del estreno del paso de El Perdón y fue el año en que se retiró mi padre, Francisco Sanz, que dirigió el paso como capataz”. “La Semana Santa me ha dado muchos amigos y he conocido a mucha buena gente”, añade. Y enumera a capataces. “José Carreras, Pedro Ramos o mi propio padre. Tampoco quiero que se me olvide Antonio Santana, que salí con él diez años y es un gran capataz y mejor persona”. Sobre su mejor época no se decide a decantarse con seguridad. “No sé –responde– pero hoy en día estoy disfrutando mucho en la cuadrilla de Adolfo Morera, porque sacar esa mole a la calle –el paso de El Perdón– y desfilar de la forma que está desfilando es un logro”. Con 52 años cumplidos, Manolo se pone una fecha tope, el Sábado Santo de 2012. El día de celebración de la Magna lo ve como un bonito momento para su retirada. “Es lo que planeo ahora mismo, aunque no sé si el año que viene, si me encuentro bien, cambiaré de opinión”.

Esta Semana Santa, escondido, pero con su particular forma que hacen que muchos lo reconozcan, irá otra vez bajo el palo de El Perdón. Se quita el gusanillo, dice. “Porque hoy en día hacer lo que yo hacía antes es de locos, los pasos pesan cada vez más” ¿Y si tuvieras 20 años de edad no lo harías? “Bueno, igual si lo haría”, reconoce finalmente. Lo sabía.

sábado, 23 de abril de 2011

Misa del mes por el Sr. Padre de nuestro compañero Jose M. Luz Coronilla.

Informamos a los Srs. cargadores y socios de nuestra cuadrilla de la misa del mes por el alma del Sr. Padre de nuestro compañero Jose M. Luz Coronilla ( Sema ).



   ROGAD A DIOS EN CARIDAD por el alma de


   D. MANUEL LUZ NAVARRO.

( Fundador  que fué de la Cofradía del Prendimiento)


Que falleció en Cádiz el 22 de Marzo de 2011 a los 79 años de edad.


     Habiendo recibido los Auxilios Espirituales y la Bendición Apostolica de su Santidad.


D. E. P.

Su esposa, hijos, hijos politicos, nietos, hermanos, hermanos politicos, sobrinos y demás familiares y afectos.


Ruegan le tengan presente en sus oraciones y asistan a la misa que por el eterno descanso de su alma se celebrará el Martes dís 3 de mayo de 2011  a las 20:00 de la tarde en la Parroquia de Ntra. Sra. del Carmen  de Cádiz, por cuyo favor les quedarán muy agradecidos.





viernes, 22 de abril de 2011

Demostración de madurez de nuestra cuadrilla.

Todo estaba anunciado, las previsiones meteorológica así lo decían, gran riesgo de precipitaciones  para Jueves Santo y madrugada de Viernes Santo y no se equivocaron. Quizás el saberlo ayudó a asimilar el no procesionar este año y a resignarse sin tanto dolor, aunque como la frase dice y nunca mejor dicho “la procesión va por dentro”. Todas las Cofradías de la tarde noche del Jueves Santo no arriesgaron y de igual manera las de la madrugada  del Viernes siendo evidentes la lluvia constante y el fuerte viento en ambas jornadas en nuestra ciudad.
Resaltar la entereza y el compañerismo vivido esa noche por nuestra cuadrilla  la experiencia sin duda es un grado y sobre todo el apoyo de la misma a los Hermanos de nuestra Cofradía del perdón en tan delicada situación,desplazandonos todo el colectivo de nuestra asociación a la parroquia de santa cruz para celebrar juntos en un acto muy intimo nuestra estación de penitencia en dicho templo.
La ESTACIÓN DE PENITENCIA DEL AÑO QUE VIENE NOS ESPERA y además a esta habrá que sumarle el GRAN EVENTO DE LA MAGNA  DEL SABADO SANTO , en la cual nuestro paso de misterio esta previsto que participe. ASI QUE EL AÑO QUE VIENE NOS ESPERA DOBLE SALIDA PROCESIONAL CON EL SANTISIMO CRISTO DEL PERDÓN.

! VIVA EL STMO.CRISTO DEL PERDÓN Y MARIA SANTÍSIMA DEL ROSARIO EN SUS MISTERIOS DOLOROSOS!

domingo, 3 de abril de 2011

Estreno para el espectacular paso de Misterio del Stmo Cristo del Perdón.

Sin lugar a dudas el paso de Misterio del Stmo Cristo del Perdón se transformará de una manera notable en el transcurrir de poco tiempo. Esto será debido a el trabajo encomendado por la Cofradía al imaginero Gaditano Luis Gonzalez Rey. Se trata de la policromia de toda la imagineria menor del paso de Misterio, obra del desaparecido imaginero san roqueño luis Ortega Bru, angeles, evangelistas, profetas y cartelas de todo el canasto del paso ,con lo que resaltará sobre el fondo color caoba del paso extraordinariamente. Este año en particular estará terminada la primera fase del proceso , mas concretamente la que atañe a la parte frontal del paso que seran los cuatro profetas y los Ángeles.















Evangelio comentado. Cuarto Domingo de Cuaresma.


 


- DOMINGO CUARTO DE CUARESMA -

Evangelio

Evangelio según San Juan 9,1-41.


Al pasar, vio a un hombre ciego de nacimiento. Sus discípulos le preguntaron: "Maestro, ¿quién ha pecado, él o sus padres, para que haya nacido ciego?". "Ni él ni sus padres han pecado, respondió Jesús; nació así para que se manifiesten en él las obras de Dios.


Debemos trabajar en las obras de aquel que me envió, mientras es de día; llega la noche, cuando nadie puede trabajar. Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo". Después que dijo esto, escupió en la tierra, hizo barro con la saliva y lo puso sobre los ojos del ciego, diciéndole: "Ve a lavarte a la piscina de Siloé", que significa "Enviado". El ciego fue, se lavó y, al regresar, ya veía. Los vecinos y los que antes lo habían visto mendigar, se preguntaban: "¿No es este el que se sentaba a pedir limosna?". Unos opinaban: "Es el mismo". "No, respondían otros, es uno que se le parece".


El decía: "Soy realmente yo". Ellos le dijeron: "¿Cómo se te han abierto los ojos?". El respondió: "Ese hombre que se llama Jesús hizo barro, lo puso sobre mis ojos y me dijo: 'Ve a lavarte a Siloé'. Yo fui, me lavé y vi". Ellos le preguntaron: "¿Dónde está?". El respondió: "No lo sé". El que había sido ciego fue llevado ante los fariseos. Era sábado cuando Jesús hizo barro y le abrió los ojos. Los fariseos, a su vez, le preguntaron cómo había llegado a ver. El les respondió: "Me puso barro sobre los ojos, me lavé y veo". Algunos fariseos decían: "Ese hombre no viene de Dios, porque no observa el sábado". Otros replicaban: "¿Cómo un pecador puede hacer semejantes signos?". Y se produjo una división entre ellos.


Entonces dijeron nuevamente al ciego: "Y tú, ¿qué dices del que te abrió los ojos?". El hombre respondió: "Es un profeta". Sin embargo, los judíos no querían creer que ese hombre había sido ciego y que había llegado a ver, hasta que llamaron a sus padres y les preguntaron: "¿Es este el hijo de ustedes, el que dicen que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?". Sus padres respondieron: "Sabemos que es nuestro hijo y que nació ciego, pero cómo es que ahora ve y quién le abrió los ojos, no lo sabemos. Pregúntenle a él: tiene edad para responder por su cuenta". Sus padres dijeron esto por temor a los judíos, que ya se habían puesto de acuerdo para excluir de la sinagoga al que reconociera a Jesús como Mesías.


Por esta razón dijeron: "Tiene bastante edad, pregúntenle a él". Los judíos llamaron por segunda vez al que había sido ciego y le dijeron: "Glorifica a Dios. Nosotros sabemos que ese hombre es un pecador". "Yo no sé si es un pecador, respondió; lo que sé es que antes yo era ciego y ahora veo". Ellos le preguntaron: "¿Qué te ha hecho? ¿Cómo te abrió los ojos?". El les respondió: "Ya se lo dije y ustedes no me han escuchado. ¿Por qué quieren oírlo de nuevo? ¿También ustedes quieren hacerse discípulos suyos?".


Ellos lo injuriaron y le dijeron: "¡Tú serás discípulo de ese hombre; nosotros somos discípulos de Moisés! Sabemos que Dios habló a Moisés, pero no sabemos de donde es este". El hombre les respondió: "Esto es lo asombroso: que ustedes no sepan de dónde es, a pesar de que me ha abierto los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero sí al que lo honra y cumple su voluntad. Nunca se oyó decir que alguien haya abierto los ojos a un ciego de nacimiento. Si este hombre no viniera de Dios, no podría hacer nada".


Ellos le respondieron: "Tú naciste lleno de pecado, y ¿quieres darnos lecciones?". Y lo echaron. Jesús se enteró de que lo habían echado y, al encontrarlo, le preguntó: "¿Crees en el Hijo del hombre?". El respondió: "¿Quién es, Señor, para que crea en él?". Jesús le dijo: "Tú lo has visto: es el que te está hablando". Entonces él exclamó: "Creo, Señor", y se postró ante él. Después Jesús agregó: "He venido a este mundo para un juicio: Para que vean los que no ven y queden ciegos los que ven".


Los fariseos que estaban con él oyeron esto y le dijeron: "¿Acaso también nosotros somos ciegos?". Jesús les respondió: "Si ustedes fueran ciegos, no tendrían pecado, pero como dicen: 'Vemos', su pecado permanece".


Reflexión


El relato de este domingo es inolvidable. Se le llama tradicionalmente "La curación del ciego de nacimiento", pero es mucho más, pues el evangelista nos describe el recorrido interior que va haciendo un hombre perdido en tinieblas hasta encontrarse con Jesús, «Luz del mundo».


No conocemos su nombre. Sólo sabemos que es un mendigo, ciego de nacimiento, que pide limosna en las afueras del templo. No conoce la luz. Por lo que no puede caminar ni orientarse por sí mismo. Su vida transcurre en tinieblas. Nunca podrá conocer una vida digna. Un día Jesús pasa por su vida. El ciego está tan necesitado que deja que le trabaje sus ojos. No sabe quién es, pero confía en su fuerza curadora. Siguiendo sus indicaciones, limpia su mirada en la piscina de Siloé y, por primera vez, comienza a ver.


El encuentro con Jesús va a cambiar su vida. Los vecinos lo ven transformado. Es el mismo pero les parece otro. El hombre les explica su experiencia: «un hombre que se llama Jesús» lo ha curado. No sabe más. Ignora quién es y dónde está, pero le ha abierto los ojos. Jesús hace bien incluso a aquellos que sólo lo reconocen como hombre. Así vive mucha gente sencilla su fe en Jesús. No saben teología, pero sienten que ese hombre viene de Dios. Poco a poco, el mendigo se va quedando solo. Sus padres no lo defienden. Los dirigentes religiosos lo echan de la sinagoga. Pero Jesús no abandona a quien lo ama y lo busca. «Cuando oyó que lo habían expulsado, fue a buscarlo». Jesús tiene sus caminos para encontrarse con quienes lo buscan. Nadie se lo puede impedir.


Cuando Jesús se encuentra con aquel hombre a quien nadie parece entender, sólo le hace una pregunta: «¿Crees en el Hijo del Hombre?» ¿Crees en el Hombre Nuevo, el Hombre plenamente humano precisamente por ser expresión y encarnación del misterio insondable de Dios? El mendigo está dispuesto a creer, pero se encuentra más ciego que nunca: «¿Y quién es, Señor, para que crea en él?» Jesús le dice: «Lo estás viendo: el que te está hablando, ése es». Al ciego se le abren ahora los ojos del alma. Se postra ante Jesús y le dice: «Creo, Señor». Sólo escuchando a Jesús y dejándonos conducir interiormente por Él, vamos caminando hacia una fe más plena y también más humilde.


Oración.


Te pedimos, Señor, que cures nuestra ceguera; toca nuestros ojos y nuestro corazón para que el mundo no nos haga perderte de vista. Que sepamos descubrirte cada vez que pasas por nuestro lado para que, contigo, tengamos una mirada limpia y un corazón dócil y abierto a las necesidades de nuestros hermanos. Envíanos tu Espíritu Santo, que él nos transforme y nos haga hombres y mujeres nuevos.


Que, como María, tengamos un corazón limpio, sencillo y sin doblez para que nuestra mirada refleje el amor de Dios para con los hermanos.


Iván Llovet Romero, seminarista

Evangelio comentado. Tercer Domingo de Cuaresma.

VENERABLE COFRADÍA DE PENITENCIA DEL SANTÍSIMO CRISTO DEL PERDÓN Y MARÍA SANTÍSIMA DEL ROSARIO EN SUS MISTERIOS DOLOROSOS. CÁDIZ.

          Para este tercer domingo, el comentario sobre el Evangelio de San Juan nos lo ofrece Jesús García Morales, Seminarista.

        Queremos agradecer la participación de todos los colaboradores e informaros que la misma esta abierta a todos los hermanos y devotos que quieran participar aportando su comentario.


Evangelio

Evangelio según San Juan 4,5-42.

Llegó a una ciudad de Samaría llamada Sicar, cerca de las tierras que Jacob había dado a su hijo José. Allí se encuentra el pozo de Jacob. Jesús, fatigado del camino, se había sentado junto al pozo. Era la hora del mediodía. Una mujer de Samaría fue a sacar agua, y Jesús le dijo: "Dame de beber".

Sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar alimentos. La samaritana le respondió: "¡Cómo! ¿Tú, que eres judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?".

Los judíos, en efecto, no se trataban con los samaritanos. Jesús le respondió: "Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: 'Dame de beber', tú misma se lo hubieras pedido, y él te habría dado agua viva". "Señor, le dijo ella, no tienes nada para sacar el agua y el pozo es profundo. ¿De dónde sacas esa agua viva? ¿Eres acaso más grande que nuestro padre Jacob, que nos ha dado este pozo, donde él bebió, lo mismo que sus hijos y sus animales?". Jesús le respondió: "El que beba de esta agua tendrá nuevamente sed, pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más volverá a tener sed.

El agua que yo le daré se convertirá en él en manantial que brotará hasta la Vida eterna". "Señor, le dijo la mujer, dame de esa agua para que no tenga más sed y no necesite venir hasta aquí a sacarla". Jesús le respondió: "Ve, llama a tu marido y vuelve aquí".

La mujer respondió: "No tengo marido". Jesús continuó: "Tienes razón al decir que no tienes marido, porque has tenido cinco y el que ahora tienes no es tu marido; en eso has dicho la verdad". La mujer le dijo: "Señor, veo que eres un profeta. Nuestros padres adoraron en esta montaña, y ustedes dicen que es en Jerusalén donde se debe adorar".

Jesús le respondió: "Créeme, mujer, llega la hora en que ni en esta montaña ni en Jerusalén se adorará al Padre. Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque esos son los adoradores que quiere el Padre. Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad". La mujer le dijo: "Yo sé que el Mesías, llamado Cristo, debe venir. Cuando él venga, nos anunciará todo". Jesús le respondió: "Soy yo, el que habla contigo".

En ese momento llegaron sus discípulos y quedaron sorprendidos al verlo hablar con una mujer. Sin embargo, ninguno le preguntó: "¿Qué quieres de ella?" o "¿Por qué hablas con ella?". La mujer, dejando allí su cántaro, corrió a la ciudad y dijo a la gente: "Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que hice. ¿No será el Mesías?". Salieron entonces de la ciudad y fueron a su encuentro. Mientras tanto, los discípulos le insistían a Jesús, diciendo: "Come, Maestro". Pero él les dijo: "Yo tengo para comer un alimento que ustedes no conocen". Los discípulos se preguntaban entre sí: "¿Alguien le habrá traído de comer?".

Jesús les respondió: "Mi comida es hacer la voluntad de aquel que me envió y llevar a cabo su obra. Ustedes dicen que aún faltan cuatro meses para la cosecha. Pero yo les digo: Levanten los ojos y miren los campos: ya están madurando para la siega. Ya el segador recibe su salario y recoge el grano para la Vida eterna; así el que siembra y el que cosecha comparten una misma alegría.

Porque en esto se cumple el proverbio: 'no siembra y otro cosecha' Yo los envié a cosechar adonde ustedes no han trabajado; otros han trabajado, y ustedes recogen el fruto de sus esfuerzos". Muchos samaritanos de esta ciudad habían creído en él por la palabra de la mujer, que atestiguaba: "Me ha dicho todo lo que hice".
Por eso, cuando los samaritanos se acercaron a Jesús, le rogaban que se quedara con ellos, y él permaneció allí dos días. Muchos más creyeron en él, a causa de su palabra. Y decían a la mujer: "Ya no creemos por lo que tú has dicho; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es verdaderamente el Salvador del mundo".

Reflexión
   
Jesús rompe barreras. El simple hecho de dialogar con una mujer en público ya se consideraba escandaloso, si además esa mujer era samaritana ¡mucho más!, pues los judíos consideraban enemigos a los samaritanos.

Jesús busca la ayuda de la samaritana, Jesús, siendo Dios hecho hombre, se muestra tan humano que siente sed; busca su ayuda, busca tu ayuda para poder trasmitir su mensaje.

Y es que nosotros mismos podemos  beber, pero al poco, volvemos a sentir sed. ¿Cómo será esa agua viva que Jesucristo le promete a esta mujer? Es un agua que nos da la salud plena, o sea, la vida eterna.  Jesús nos pide que nos acerquemos a Él día a día, que no dejemos de beber de su pozo, que siempre estará allí. Para ello tenemos que traer siempre con nosotros el cántaro preparado, el cántaro vacío o al menos libre de tantas aguas turbulentas que nos depara la vida. Tenemos que traerlo con muchas ganas de llenarlo. Que nuestra vida, que es ese cántaro esté siempre dispuesta a acoger lo que Jesús nos ofrece, estando plenamente seguros de que todo lo que quiere para nosotros es para nuestro bien,  lo hace gratis y es bueno, inmensamente bueno.

La Cuaresma sigue siendo ese camino donde acercarnos más a Dios y a los hermanos más necesitados a través de la Iglesia, a través de nuestra Hermandad, camino que el Señor ha dispuesto en nuestras vidas para ayudarnos  a beber y dar de beber el “agua viva” del que Jesús nos habla.

Oración

Te pedimos Señor que nos des de esa agua viva que calmará nuestra sed. No permitas que nos separemos nunca de ti para que nuestra fé no se vea ahogada por nuestra rutina, por nuestro hastío espiritual y por las situaciones de dificultad que nos presenta el día a día de nuestra vida.

Que tu espíritu Señor venga sobre nosotros como lo esperamos de ti.

Jesús García Morales
- Seminarista -


     
        Ana Moreno Galvín
     - Vocal de Formación -