Solo expresarle nuestra gratitud por estas líneas que ha brindado a nuestro blog y que hacemos extensivo a continuación.
LA CUARESMA
La cuaresma es un tiempo lleno de magia para el cofrade, es un tiempo que el cofrade debe vivir en su doble sentido como cristiano y como cofrade.
La Cuaresma, para todo cristiano, es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo. A lo largo de este tiempo, debemos hacer un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación para vivir la pasión, muerte y sobre todo la Resurrección de Cristo, tiempo de prepáranos para el misterio pascual. En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de nuestro pecado, nos alejamos más de Dios. Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección.
Pero en nuestra condición de cofrade, la cuaresma es también tiempo de preparación, preparación de cultos cuaresmales y de estación de penitencia, preparación de túnicas, de cera y flores, de orfebrería y bordados, es tiempo, además de disfrutar del trabajo diario, de ver como se prepara con cariño y esmero todo el patrimonio procesional de la hermandad, tiempo de reparto de túnicas, de vivir ilusionado la primera prueba del habito de ese pequeño nazareno que procesiona por primera vez, tiempo de limpìaplata, de jornadas de convivencia en la casa de hermandad, tiempo de ensayos de cuadrilla de cargadores, de marchas procesionales, tiempo de cuadramientos , de lista de relevos, tiempo de trabajo y esfuerzo, tiempo de más ensayos, más limpìaplata y más ensayos, tiempo de montajes, de noches sin dormir, de preocupación,. La cuaresma, es también, tiempo de presentación de carteles y revistas, de conciertos, de pregón.
La cuaresma es tiempo en el que toda la Hermandad trabaja para ser Cofradía, donde el día a día, une a los hermanos para ese fin común y principal, sobre cualquier otro, el que nos distingue como asociación de fieles de la Iglesia que somos, de otras asociaciones, que es, dar culto a nuestros Amadísimos Titulares. La cuaresma para el cofrade, debe ser un acercamiento aún mayor a su hermanos, debe ser trabajo intenso y en común, todos unidos para participar en la Estación de Penitencia de la Cofradía. La preparación cristiana durante la cuaresma para vivir el misterio Pascual, debe unirse a la preparación cofrade para la estación de penitencia, preparación humana y espiritual.
La cuaresma es el preludio de ese día donde el cofrade termina el año, de ese día maravilloso donde el cofrade se reviste con su habito nazareno, con su ropa de acolito, con su faja de cargador o con su uniforme de la banda, de ese día siempre igual y siempre diferente, de ese día que procesionando delante, detrás o debajo de Cristo y de María, los llevan a toda la ciudad para que aquel que evita cruzarse con ellos el resto del año no tenga otro remedio que mirarlos a los ojos y ver su amor hacia nosotros, de ese día en que personalmente, revestido del habito nazareno, junto a mis hermanos, proclamamos Jesucristo es el centro de nuestras vidas, que su mensaje, el evangelio, es nuestro directorio, nuestro guía y nuestro decálogo y que todo ello lo vivimos junto a nuestros hermanos en la Fe.
Que Jesús de la Paz y María Santísima del Amparo estén siempre con vosotros
Ignacio Ortiz Acero
Hermano de la Paz